Después de unos inicios dubitativos, no fue hasta el viernes tras declaración de «Estado de alerta» y la aplicación del confinamiento , cuando fui consciente de la magnitud de la nueva situación.
Tocaba adaptarse a ella, en principio quince días sin poder salir de casa (solo para comprar), requieren un nuevo planteamiento del día a día, lo que últimamente está muy de moda en llamar «rutinas».
Así es como comenzaba el post hace 38 días, hoy cuando estoy acabándolo han cambiado mucho las cosas, incluidas mis percepciones, nada que ver con los quince días iniciales de confinamiento,llevamos ya 38 y en principio quedan 14 más, sin tener en cuenta «la desescalada» todo ello nos va a llevar a un cambio en nuestros modos de vida, principalmente en lo relativo a las relaciones humanas, pero este tema ya lo abordaré en un próximo post, porque tiempo voy a tener.
Entre muchos de mis objetivos, estaba retomar y actualizar «El Blog de Sento», después del post «Cracovia una gran escapada» publicado hace aproximadamente un mes, me había quedado pendiente una de mis mejores escapadas, «Mercadillos navideños en Estrasburgo, que se celebran durante las cuatro semanas previas a la Navidad.
Ya teníamos saturada Alemania, así que aprovechando el puente de Diciembre, nos fuimos con Rafa y Mari Cruz allí , algunos de sus mercadillos están considerados de los más antiguos de Europa, el tradicional Mercado del niño Jesús que se celebra desde el año 1570 es uno de los de más solera del mundo y su fama es equiparable a la de otro gran mercado de Europa, el de Nuremberg,todo ello unido a que desde 1988 es Patrimonio de la Humanidad,apuntaban a una buena escapada.Cogimos un vuelo con Ryanair a Frankfurt,hicimos noche cerca del aeropuerto y a la mañana siguiente con un coche alquilado recorrimos los 220 Km que nos separaban de Estrasburgo.
Habíamos cogido un aparta hotel céntrico a unos diez minutos de La Petit France, en la margen derecha del río, los lugares más interesantes, donde se encontraban prácticamente todos los mercadillos,estaban al otro lado, en la Grande Ile, una isla comunicada por varios puentes, así que nos dirigimos a conocer la ciudad.La capital de Noel monta diez mercadillos repartidos por las plazas y calles más emblemáticas de su bello casco histórico.
Lo primero que nos sorprendió fue la cantidad de policía que había en los puentes, para entrar y salir de La Grande-Île, pasamos algún control de seguridad donde nos revisaron las mochilas y los bolsos.Cruzamos el Pont de Saverne y por la Rue 22 de Noviembre nos dirigimos hacia el Mercadillo de la Plaza Kleber, una de las más importantes de la ciudad y donde se encuentra el ayuntamiento, fue nuestro primer contacto con la Navidad, en el mercadillo de esta plaza se ubican los puestos de las ONGs, aquí nos encontramos con dos de los símbolos más característicos de la Navidad, una pista de patinaje sobre hielo y un impresionante árbol de 30 metros,
Estaba anocheciendo y la luz se iba apoderando de la ciudad y en algunas zonas era realmente espectacular ,como en los alrededores de la Catedral o en la Calle del oro, un pasaje entre cuatro calles, algunas muy estrechas, con un gran número de joyerías (de ahí el nombre),en Navidad es una de las más iluminadas.
Todo un espectáculo de luz y motivos navideños, gran cantidad de tiendas de artesanía y souvenirs navideños, todo con con un encanto especial, construcciones hechas de madera con su exterior e interior decorados
La calle Merciere, que lleva a la Catedral, es una calle preciosa y decorada de una manera espectacular.
Uno mira al final de la calle y se queda con la boca abierta, La catedral de Notre Dame de Estrasburgo declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1988. Cuando la tienes ante tus ojos es cuando te das cuenta de la envergadura de la construcción,imponente y preciosa.
Desde finales del siglo XVII está consagrada al culto católico de la Virgen María, tras un período de culto protestante iniciado en el siglo XVI. Fue construida a lo largo de cuatro siglos, entre 1015 y 1439 y es considerada ejemplo de la arquitectura del arte gótico tardío.Su única torre campanario culmina a 142 metros de altura y se convirtió en la obra arquitectónica más alta del mundo durante más de dos siglos.
A pesar de ser de los mas pequeños,debido al estar a los pies de su magnífica catedral gótica, El Mercado de la Catedral puede que sea de los más concurridos, repleto de puestos maravillosamente decorados con muérdago y muy bien iluminados, en él había sitios donde se puede comer y cenar, la mayoría de ellos ofrecen salchichas, bretzels, dulces, glue wein…
También cuenta con puestos de artesanía.En la parte oriental de la catedral había instalado un belén y enfrente una pequeña noria.
Situado detrás de la Catedral y frente al río llegas al Mercado de las delicias de Nöel de Alsacia (Plaza du Marché aux Poissons),un mercado con una bonita iluminación y más pequeño que los anteriores, de apenas una docena de puestecillos, centrado en mostrar parte de la gastronomía alsaciana. Aquí encontraréis pan, vinos, cervezas artesanas y productos como el foie gras procedentes de las granjas de la región.
De vuelta al hotel, cerca de la catedral,en la plaza Gutember nos encontramos con el Mercado del país invitado, este año era Finlandia, numerosos puestos de ahumados, el lugar es precioso ya que los puestos se arremolinan entorno a un árbol sicodélicamente iluminado y a la famosa estatua de Gutenberg.
A la mañana siguiente nos levantamos pronto y fuimos a la zona de la «Petite France» uno de los rincones con mas encanto de la ciudad, antiguo barrio de curtidores y molineros, lleno de casas con entramados de madera y patios interiores al más puro estilo renano.
Está delimitada por el puente de Saint Martin y los puentes cubiertos, cuatro torreones del siglo XIV.
Callejeamos por sus estrechas callejuelas empedradas,
Caminamos por la Rue de Moulins y cruzamos puentes de madera hasta llegar al puente de Saint Martin que atraviesa el rio III afluente del Rin, donde hay unas vistas esplendidas de las casas, de la esclusa y del salto de agua.
El objetivo principal de nuestro viaje,era visitar los mercadillos navideños, en esta época toda la región se vuelca con la Navidad ,los propios ciudadanos decoran de forma espectacular todos los rincones de sus pueblos (incluidas sus casas),después de dos días en Estrasburgo, para completar nuestra escapada elegimos dos pueblos que están a apenas a 80 Km y considerados de los más bonitos de Alsácia, así que al día siguiente cogimos nuestro coche alquilado y nos dirigimos a Colmar y Eguisheim.
Nuestra primera para fue en Eguisheim, un precioso pueblo medieval famoso entre otras cosas por su Pigeonnier (un viejo palomar)Este pueblo tiene una forma singular, y es que, sus calles se han trazado de manera circular. Con finalidad económica y financiera, en el que en cada anillo había un gremio comercial concreto,siendo el centro de la villa la plaza du Chȃteau Saint-Léon. Esta plaza sirvió de inspiración para la película de Disney “La bella y la bestia”, por supuesto tiene un bello mercadillo navideño.
La lluvia no impidió que callejeáramos por sus estrechas y empedradas calles, todas decoradas y engalanadas con motivos navideños.
A 5Km de Eguisheim está Colmar, para muchos uno de los pueblos más bonitos de Alsacia, en si mismo ya es un espectáculo, pero cuando llega la Navidad se transforma y se convierte en un pueblo de cuento de verdad. Ya son muchas las escapadas que hemos hecho para ver Mercados Navideños por Europa,esta puede que sea de los mejores.
Es un pueblo que invita a caminar tranquilamente, cosa difícil en nuestro caso debido al gran número de turistas que nos íbamos encontrando (como nosotros),las calles y arquitectura nos recordaron a Alemania (no en vano Alsacia fue un territorio alemán durante mucho tiempo y fue en el reparto de la 2ª guerra mundial cuando pasó a ser francés, de hecho cohabitan en la ciudad los dos idiomas.
Después de recorrer el bellísimo Old Town , caminamos hacia la Pequeña Venecia, un barrio con estrechos canales que surgen como calles y que son recorridas por sus habitantes y turistas. Esta zona es quizá la más bonita y fotogénica pues la combinación de los canales con la arquitectura colorida le da un aspecto único, es como estar en un auténtico cuento navideño no pudiendo evitar un sentimiento de admiración que hizo que prácticamente no pudiese quitar el ojo del visor de mi cámara.
Sus casas se van alineado siempre en torno a los canales.
Estaba anocheciendo y teníamos que volver a Estrasbúrgo, muy poco tiempo para poder contemplar en todo su esplendor estas dos bonitas ciudades.
Queda pendiente un Road trip por Alsácia para poder descubrir esos pueblos auténticos y llenos de encanto,sus granjas y su gastronomía .
Otro estupendo reportaje del Tío Sento y, sobre todo, excelentes fotografías. Tu blog sirve de referencia como guía para viajeros. Aunque ya estuvimos en Estrasburgo Cristina, Paula y yo la pasada primavera (visita a Colmar incluida), nunca está de más volver en época navideña. Lo que no sabemos, como tú bien auguras, es cuándo podremos viajar.
En fin, un fuerte abrazo y feliz confinamiento.
Una pasada de post, como siempre (esta vez te has vengado con las fotos. Nada que ver con la desolada américa profunda). Mira que no traerme una botellita de riesling….ya te vale
Excelente post, gracias por esta información, tenía intención de hacer un viaje por Alsacia, pero después de ver tus fotos me estoy planteando hacerlo en Navidad.